Cuando seguía jugando en los Shooting Stars, formaba parte de los autoproclamados “Fab Four”, cuatro compañeros que lideraban el equipo con un estrecho vínculo entre ellos: Willie McGee, Dru Joyce III y Sian Cotton.
Su vínculo se extendió más allá de la cancha y acordaron ir al mismo instituto. ¿Qué centro eligieron? Un colegio católico privado llamado St. Vicent-St. Mary High School, que tenía una gran mayoría de alumnos blancos.
El pequeño LeBron
Corría el año 1984, era 30 de diciembre y Gloria Marie James, una joven de 16 años de Akron (Ohio), tuvo un hijo al que llamó LeBron. Con antecedentes penales y una total falta de implicación en la vida del bebé, Anthony McCelland, el padre de LeBron, no era un padre modelo.
Aparte de contar con la ayuda de su propia madre, Gloria crió a LeBron como madre soltera. La primera adversidad llegó cuando Gloria tenía 19 años y su madre murió a causa de un repentino ataque al corazón.
Luchando por salir adelante
La pequeña familia pasó bastantes apuros y se tenía que ir tras la dando de un suburbio a otro de Akron. Obviamente, encontrar un trabajo estable para una mujer en la situación de Gloria era casi imposible.
Mantener a su hijo era cada vez más difícil. Se dio cuenta de que lo mejor para ambos era que el niño creciese en otro sitio. Al final, tuvo que tomar la difícil decisión de enviar a su hijo en un lugar más estable.
Los Walker
El entorno estable en el que acabó LeBron fue el hogar de Frank Walker y su familia. Walker era el entrenador de un equipo de fútbol juvenil y el primer contacto de LeBron con el deporte. Cuando James tenía sólo nueve años, fue Walker quien le descubrió el baloncesto, una experiencia que sin duda cambiaría su vida.
A partir de ese momento, James jugaba al baloncesto con cierta frecuencia; sobre todo, en el Northeast Ohio Shooting Stars (que jugaba en la Amateur Athletic Union (AAU)). El equipo tuvo éxito tanto a nivel local como nacional.
Rápido y espectacular
Cuando seguía jugando en los Shooting Stars, formaba parte de los autoproclamados "Fab Four", cuatro compañeros que lideraban el equipo con un estrecho vínculo entre ellos: Willie McGee, Dru Joyce III y Sian Cotton.
Su vínculo se extendió más allá de la cancha y acordaron ir al mismo instituto. ¿Qué centro eligieron? Un colegio católico privado llamado St. Vicent-St. Mary High School, que tenía una gran mayoría de alumnos blancos.
Joven promesa
La prioridad de LeBron cuando comenzó el instituto era unirse a los equipos deportivos. Dominaba cualquier tipo de balón en cualquier campo; fue jugador destacado en los equipos de baloncesto y fútbol americano. De hecho, si no hubiera sido por una lesión en la muñeca que hizo que tuviera que dejar el fútbol, podría haber triunfado en la NFL, según afirman los analistas deportivos.
Su talento en el baloncesto no pasaba inadvertido y su equipo se apoyaba en él para aplastar a sus rivales a diestro y siniestro. James no sabía entonces que en una de esas escuelas rivales encontraría al amor de su vida.
Te presentamos a Savannah
El 26 de agosto de 1986, JK Brinson y su esposa dieron la bienvenida al mundo a su hija pequeña, Savannah. Al ser la menor de cinco hermanos, Savannah desde pequeña ha tenido una vida familiar de lo más activa.
Savannah recuerda que la casa de su infancia siempre estaba abierta para quien lo necesitase, si algunos niños o amigos de sus hermanos tenían algún tipo de problema en sus respectivas casas, sabían que en el hogar de los Brinson podrían quedarse el tiempo que necesitaban. Adoptó estos valores y los lleva consigo en todo momento.
Una atleta por derecho propio
Brinson estudiaba en un instituto rival en Akron. Al igual que a LeBron, a Savannah le encantaba el deporte, jugaba en el equipo de béisbol y también era parte del equipo de animadoras.
A los 16 años, y con ese perfil social, Savannah debía de rechazar a chicos de su instituto sin parar. Parece que lo que realmente necesitaba era ir a otro instituto.
El primer encuentro
El panorama deportivo competitivo de Akron, Ohio, estaba a punto de tener su primera gran pareja cuando LeBron, de 17 años, conoció a Savannah, de 16.
En una entrevista que la pareja concedió a “Vogue” en 2017, le pidieron a LeBron que intentase recordar cómo fue aquel primer encuentro. Sorprendentemente, recordaba que Savannah llevaba un conjunto rosa y negro, pero ninguno de los dos recuerda qué llevaba él puesto.
Dios bendiga a los compinches
Aunque LeBron y Savannah animaban a equipos diferentes y jugaban en institutos rivales, LeBron no dejó que eso le afectara y buscó salir con ella de todos modos.
En realidad “buscar” no es la palabra más adecuada. A la futura leyenda del baloncesto le costó mucho armarse de valor para invitar a salir a Savannah, así que le pidió a un amigo que hiciera de su compinche.
¿Me das tu número de teléfono?
Su amigo no le decepcionó y, efectivamente, se acercó a Savannah para pedirle su número de teléfono en nombre de James. Curiosamente, su primera respuesta fue una negativa, lo que sí que hizo fue pedirle a él su número de teléfono porque así ella era la que decidía si le interesaba dar el siguiente paso o no. ¡Así se hace!
Savannah tardó un tiempo en decidir si le llamaba o no. Según cuenta, no fue por dramatismo, simplemente un día estaba sentada, sin hacer nada, cuando recordó que tenía el número de un chico que parecía interesado en ella, así que decidió darle una oportunidad.
Dentro y fuera de la cancha
Como ambos eran deportistas, era lógico que LeBron invitase a Savannah a verle jugar al baloncesto. Acudió a uno de sus partidos y quedó gratamente sorprendida: el chico tenía talento y se había convertido en un fenómeno local.
Después del partido, Savannah fue con LeBron y sus amigos a tomar algo. Ambos pudieron tantearse en un ambiente distendido, lo que allanó el camino para una primera cita.
La primera cita
La primera cita de la pareja fue una cena en un Outback Steakhouse, ¡no está mal para un par de estudiantes! En términos generales, tuvieron una gran cita, pero lo que realmente impresionó a Savannah fue lo que ocurrió cuando se fueron del restaurante.
Al parecer, la cena fue bastante abundante, así que Savannah pidió que le guardaran las sobras, pero se olvidó de recogerlas cuando se fueron. Por suerte, su caballero de brillante jersey volvió por ella, lo cual nos parece un gesto de caballerosidad moderna.
Respetando el toque de queda
LeBron, que estaba en plena adolescencia, era consciente de que una de las mejores formas de conquistar a una chica era ganándose a sus padres. Le importaba mucho impresionar al padre de Savannah demostrándole que era un chico que seguía las normas.
Después de recibir la típica charla de los padres (tráela a casa a tiempo, no intentes nada raro… ya sabes, lo de siempre), se aseguró de que la familia de Savannah supiera que no estaba jugando. La llevó a casa a su hora y obtuvo la aprobación de sus padres.
Personalidad, no publicidad
Por aquel entonces, LeBron no tenía mucho más que sus habilidades atléticas, no había cámaras, ni una abultada cuenta bancaria, ni más seguidores que los que animaban al equipo de su instituto. Pero Savannah no necesitaba ni ostentación ni glamour.
En una entrevista que James concedió a “Hollywood Reporter” en 2018, manifestó la inmensa gratitud que sentía por ello. Admitió que ella le estuvo apoyando en todo momento y que de no ser por ella nada de lo que había conseguido hubiera sido posible.
Bienvenido a la NBA
2003 fue un gran año para LeBron James, no solo porque era su último año de instituto; sino porque también fue el año en que le eligieron en el draft de la NBA.
Aunque Savannah era consciente de su talento, no tenía ni idea de que estuviera al nivel de la NBA. El estrellato de su ciudad natal le habría parecido más que suficiente, pero él estaba destinado a cosas más grandes. Antes de que la pareja pudiera hacerse a la idea, James empezó a jugar con los Cleveland Cavaliers.
Una primera temporada intensa
La temporada para cualquier novato de la NBA tiene que ser una experiencia intensa y estresante. Estás jugando con los mejores jugadores del mundo, tienes una estricta agenda que cumplir y, en general, también tienes que cumplir con las altas expectativas.
La primera temporada de LeBron se volvió mucho más intensa cuando Savannah descubrió que estaba embarazada. Así es, a toda la presión ya existente se le añadió que iban a ser padres.
Disimulando el bombo
Cuando llegó el baile de graduación, a Savannah, que tenía 18 años en ese momento, ya se le notaba bastante la barriga. Estaba de cinco meses y diseñó un vestido para disimular la barriga en la medida de lo posible.
El vestido no tenía mangas, llevaba pedrería y una parte inferior con el corte sirena. En aquella época, estaba muy de moda, en retrospectiva Savannah dice que le quedaba fatal. No te preocupes, Savannah, no eres tú, ¡es la moda!
Asustados y tranquilos
Savannah reconoce que cuando se enteró de que estaba embarazada se puso muy nerviosa. Seguramente le asustaba contárselo a sus padres y la repercusión que podría tener en la nueva exitosa carrera de su novio. ¿Sinceramente? A nosotros nos hubiera pasado lo mismo.
Fue LeBron quien consiguió calmarla, le aseguró que tener ese bebé no iba a frenarles y que podrían seguir adelante con todos sus planes de futuro. Ahora sabemos que es un hombre de palabra.
Y llegó Bronny
El 6 de octubre de 2004, la pareja dio la bienvenida al mundo a su hijo. Le llamaron LeBron James Jr, pero cariñosamente le pusieron el apodo de Bronny. El niño lleva el deporte incrustado en los genes y, sin duda, honra el apellido de la familia.
Al igual que su padre, Bronny ha practicado muchos deportes desde muy joven hasta que finalmente se centró por completo en el baloncesto. El joven jugador empezó a llamar la atención internacional en 2014 y actualmente juega en el equipo de su instituto. (Aunque probablemente también le espera un puesto en la NBA).
El pequeño Bryce
El 14 de junio de 2007, tres años después del nacimiento de Bronny, la pareja tuvo otro hijo: Bryce Maximus, le llamaron así por el protagonista de la película favorita de LeBron, “Gladiador”.
LeBron, que en aquel momento tenía 22 años, estuvo al lado de Savannah durante el parto y llegó al entrenamiento de la mañana siguiente. Tenía un poco de sueño, obviamente, pero el tipo aguantó.
Bienvenidos a Miami
Para bien o para mal, los aficionados del deporte son apasionados, su lealtad a un determinado equipo puede llegar a ser abrumadora. Savannah y LeBron lo experimentaron en primera persona en 2010. Ese año, el jugador decidió dejar el equipo de su ciudad natal, los Cleveland Cavaliers, y mudarse a Miami.
Los hinchas de Cleveland se indignaron mucho al enterarse de que su jugador favorito dejaba el equipo y se hicieron oír, algunos incluso se grabaron quemando su camiseta. Savannah quedó muy decepcionada con los fans de su marido por esos actos tan injustos.
¡Ponle un anillo!
En aquel momento, LeBron y Savannah ya llevaban muchos años juntos, tenían dos hijos en común y estaban tan compenetrados como cualquier pareja de larga duración. Sin embargo, por alguna razón, no había ni anillos ni votos de por medio.
No es por ser la tía pesada ni nada de eso, pero ¿qué hacía falta para que estos dos tortolitos terminases de formalizar las cosas? Al parecer, el tiempo tenía que hacer de las suyas.
No hay prisa
La prensa se acercaba a Savannah con preguntas similares. Por su parte, sabía que lo único que necesitaba LeBron para dar el paso era algo de espacio y tiempo para tomar la decisión. Aunque la pareja de vez en cuando hablaba de matrimonio, ella nunca le metió prisa.
Estaban bien tal y como estaban, y si en algún momento pasaban por el altar, querían que fuera para toda la vida.
Es la indicada
Es importante recordar que, a pesar de la fama y de su brillante carrera, no eran más que adolescentes cuando se conocieron. Tuvieron que madurar juntos (o, al menos, LeBron tuvo que hacerlo) para prometerse lealtad eterna.
LeBron necesitó su tiempo para reflexionar y, en un momento de madurez, comprendió el enorme lugar que Savannah ha ocupado en su vida y cómo le ha acompañado en todo momento. Entonces tomó la decisión de pedirle que siguiera pasando el resto de su vida con él.
La proposición
LeBron planificó declararse en la Nochevieja de 2011, ya que ambos iban a acudir a un evento exclusivo en Francia. Durante la velada, el anillo, a petición de LeBron, fue custodiado por su amigo y compañero Dwyane Wade.
Cuando la bola cayó, la pareja se besó y el anillo volvió a manos de LeBron, en ese momento hizo la pregunta definitiva. Savannah por supuesto dijo que sí y empezaron el año prometidos.
Sabía que iba a pasar
Aunque Savannah parecía estar la mar de tranquila con todo el tema del matrimonio, podía intuir que el momento de la propuesta se acercaba. Además, el recuerdo que LeBron tiene de la pedida de mano no es romántico clásico, pero es romántico, al fin y al cabo.
Según recuerda LeBron, justo después de que cayera la bola, él simplemente le preguntó: "¿Estás lista?", a lo que ella respondió bromeando: "Si no me das ese anillo ahora mismo, no lo haré".
La boda
En 2013, tras casi dos años de alegría por el compromiso, la pareja finalmente se dio el “sí, quiero”. La ceremonia tuvo lugar en San Diego, comenzó el 14 de septiembre y se prolongó durante tres días enteros.
La pareja lo celebró con 200 de sus amigos y familiares más cercanos y puso el broche final con un brunch de despedida. Parece la fiesta del siglo.
La lista de invitados
La élite de la NBA, así como otras estrellas de Hollywood, se encontraban entre los invitados. No faltaron compañeros de LeBron de los Miami Heats, entre ellos sus amigos Chris Bosh y Dwyane Wade, que acudió con su pareja, la actriz Gabrielle Union.
También asistieron el dueño de los Miami Heat, Micky Arison, y el entrenador Erik Spoelstra. Eso no es todo: la ceremonia contó con una actuación en directo de Beyoncé y Jay-Z cantando "Crazy in Love". Sí, así de grande fue.
Cambió para mejor
En 2014, LeBron ya tenía una carrera consolidada y llevaba bastante tiempo siendo padre y esposo. Se había convertido ya en un adulto maduro y responsable, parecía que nada podía cambiarle. Pero entonces, tuvo una hija; LeBron y Savannah le dieron la bienvenida al mundo a Zhuri Nova el 22 de octubre de 2014 y la vida de James cambió por completo.
Según comenta, la gente siempre le decía que tener una hija le cambiaría. Pues tenían razón, dice que ser el padre de Zhuri le ha convertido en una mejor persona, más fuerte y comprometida. Siente una mayor responsabilidad hacia las mujeres de su vida.
Zhuri la diva
La pequeña Zhuri aún no es ni una adolescente, pero ya sabe cómo aprovechar el nombre de su familia para alcanzar el estrellato de forma independiente. La joven tiene su propio canal de YouTube, "All Things Zhuri", donde publica regularmente vídeos para sus más de 200.000 suscriptores.
Los vídeos incluyen fragmentos de su vida cotidiana con su familia y sus amigos y evidentemente también aparecen mucho sus cariñosos padres.
Vuelta a casa
En 2014, James anunció que regresaba a su hogar, con los Cleveland Cavaliers, lo cual alegro mucho a los hinchas del equipo. Savannah y él volvieron al lugar en el que se enamoraron.
No solo anunció que volvía, sino que garantizó que el equipo ganaría el campeonato. Como ya hemos mencionado, es un hombre de palabra; en 2016 cumplió su promesa y el equipo ganó las finales de la NBA.
Discreta
Está claro que, en el hogar de lo James, Savannah es la que se pasa más inadvertida. Con sus compañías, su posición social y su belleza, podría ser fácilmente el centro de atención, pero no es lo que busca.
De vez en cuando realiza alguna sesión de fotos y se pasea por la alfombra roja, pero las entrevistas profundas son escasas. Como ella misma dice, esas actividades se salen un poco de su zona de confort y la ponen nerviosa. Menos mal que LeBron puede manejar a la prensa lo suficientemente bien por los dos.
Retribución
Aunque lleva una vida relativamente discreta, hay algo que está dispuesta a hacer público. De vuelta a su ciudad natal, Savannah centró su atención en la comunidad en la que creció. Una forma de hacerlo fue creando un programa de tutorías para las adolescentes locales llamado "Akron: Women of Our Future" ("Akron: Mujeres de nuestro futuro").
Sus iniciativas filantrópicas no se quedaron ahí y toda la familia se involucró en ellas. Junto con su marido, Savannah creó la "LeBron James Family Foundation", que se dedicó a hacer buenas obras por el mundo. Tal y como le enseñaron sus padres.
Ayudando
La fundación, dirigida por esta increíble pareja, echa una mano allí donde puede. Una de las cosas a las que más ayuda prestan es a los niños y su educación; por eso crearon “I Promise School”, una escuela pública en Akron, Ohio.
La fundación presta apoyo a jóvenes en situaciones vulnerables para que puedan seguir estudiando y labrarse un futuro mejor.
De los vestidos de graduación a las becas
Otra cosa que Savannah organiza con ayuda de la fundación se llama "I PROMise Makeover". Este evento anual proporciona vestidos de graduación a adolescentes con pocos recursos.
Hasta la fecha, estudiantes de la Universidad de Akron con pocos recursos han recibido más de cuarenta millones de dólares donados por The LeBron James Family Foundation (la fundación de la familia de LeBron James). LeBron y Savannah han ayudado mucho a la ciudad en la que crecieron y en la que se enamoraron.
Animando siempre
Savannah cree firmemente que los niños necesitan que les apoyen constantemente, pase lo que pase. En una entrevista para “Vogue” habló sobre sus iniciativas filantrópicas, dijo: “solo hay que animarlos constantemente y guiarles por el buen camino en lo que se refiere a deportes, deberes, aficiones […] Eso es lo que defiende LeBron: no hay que rendirse nunca”.
No cabe duda de que LeBron eligió bien a su compañera de vida y madre de sus hijos.
Muy enamorados
En 2018, la pareja celebró su quinto aniversario de boda y hay que reconocer que LeBron sabe cómo demostrar amor por su mujer.
James se puso en contacto con el cantautor y cantante Daniel Caesar y le pidió que diera un concierto en el salón de su casa. Caesar le cantó “Best Part” a Savannah, que no cabía en sí de la emoción. El conmovedor evento quedó grabado en las historias de Instagram para que el mundo pudiera verlo también.
El rey y su reina
Como heroína local, Savannah concedió una entrevista a "Cleveland Magazine" y habló de su relación con su maridito basquetbolista. Se te derrite el corazón cuando la escuchas hablar de él.
Savannah habló de lo humilde y respetuoso que es y de lo difícil que es no quererle. "Es un verdadero rey para su reina", dijo Savannah, "por su forma de ser conmigo, con los niños, con su madre y con todos los que le rodean".
Ella es la que manda
La paternidad de parece a hacer juegos malabares. Los padres (incluso los que están constantemente en el punto de mira) tienen que saber cómo presentar un frente unido y alentador ante sus hijos. Deben encontrar el término medio entre la suavidad y la severidad.
Dado que LeBron tiene una carrera de tan alto nivel, Savannah es la que impone la ley en casa de los James. Ella se encarga de las normas y la disciplina, y LeBron confía en sus dotes maternales incluso cuando tiene que ausentarse durante largos periodos de tiempo.
Soy una madre cool
Una de las ventajas de tener hijos a una temprana edad es que los padres, al ser jóvenes, tienen energía suficiente para seguir el ritmo a los niños. Según Savannah, LeBron corretea y juega con ellos como un miembro más de su manada.
Ella afirma que es una “madre cool” que deja que sus hijos escuchen a Lady Gaga. Entre eso y sus entrañables apariciones en los vídeos de YouTube de Zhuri, cómo no vamos a creerle.
Sin adornos
Crecer bajo los focos puede crear una percepción del mundo bastante distorsionada. Pero Savannah se asegura de que sus hijos tengan los pies en la tierra y un punto de vista más realista.
Les ha inculcado buenos valores, como la responsabilidad, la confianza y la educación (tanto a nivel personal como académico). Aunque sus hijos disfrutan de una vida de lujo con la que otros niños solo pueden soñar, algunas cosas tienen que ganárselas, como los teléfonos móviles, que los niños de la familia James no tienen hasta que cumplen los 13 años.
Magnates de las redes sociales
La pequeña Zhuri no es el único miembro de la familia James que causa sensación en Internet. La aparentemente perfecta vida familiar del clan James puede verse en todas las redes sociales, puedes disfrutar de LeBron, Savannah y los niños emocionándose con el #TacoTuesday y haciendo payasadas en TikTok y todo Internet.
De hecho, en septiembre de 2019 LeBron se convirtió en el jugador de baloncesto con más seguidores en Instagram; actualmente, presume de tener más de 75 millones. Por si te lo estabas preguntando, Bronny tiene casi 6 millones y Savannah se acerca a los 2 millones.
Disneyversario
En 2020, la pareja celebro su aniversario de forma diferente. Como la mayoría de los equipos de la NBA y sus familias tuvieron que pasar un largo periodo de tiempo confinados en una zona segura, no pudieron salir y hacer algo especial.
Tuvieron la suerte de que esa zona se encontraba en Disney World, Florida. Aunque la pareja no pudo regalarse unas vacaciones de lujo, sí que pudieron celebrarlo en una suite en Disney con postres temáticos de Mickey Mouse, ¡Qué tierno!
Vengan todos
La familia James, al igual que la casa de la infancia de Savannah, es muy hospitalaria. Disfrutan recibiendo a amigos y familiares en su enorme mansión de Los Angeles.
Los huéspedes son calurosamente bienvenidos en la casa James y a menudo se les anima a quedarse a cenar, aunque solo hayan ido a hacer una corta visita o a tomar un café. Nos encantaría estar invitados, aunque seguro que hay una lista de espera larguísima (no nos importa esperar).
Hombre familiar
Al crecer con una madre soltera y sin hermanos, LeBron nunca supo lo que era tener una gran familia. Muchas personas que crecieron sin una familia que les sirva como referencia no consiguen formar una cuando son adultos.
No obstante, James está felizmente casado y tiene tres hijos que están más que orgullosos de llamarles a Savannah y a él “mamá” y “papá”. Les está ofreciendo a sus hijos el tipo de familia que él nunca tuvo.
Con los pies en la tierra
Tener una carrera profesional tan brillante y millones de admiradores por todo el mundo puede hacer que cualquiera se vuelva arrogante y egocéntrico. Es fácil creerse un dios cuando todo el mundo te trata como tal.
Sin embargo, LeBron se mantiene siempre humilde y se emociona con las cosas más pequeñas, como una cena en familia o jugar al baloncesto con sus hijos. ¿Su secreto? Su mujer y su familia. Como él mismo dice, le mantienen con los pies en la tierra.
Queridísima mamá
Al proceder de un entorno complicado con una madre que, a pesar de tener las mejores intenciones, sufrió enormemente para poder criarlo, LeBron siente un enorme aprecio por la posición en la que se encuentra ahora mismo.
Es capaz de mantener a su propia familia, al amor de su vida y además le ofrece a su madre todas las cosas que ella no pudo darle cuando era pequeño. Todos sabemos que un hombre que trata bien a su madre sabe tratar bien a su mujer.
Sigan así
Desde aquel gran día de 2002, LeBron y Savannah no se han separado. Los dos novios del instituto lo han vivido todo juntos: hijos, cambios de carrera, una fama abrumadora y mucho más. Siempre con elegancia, dignidad y una humildad increíble.
La comprensión, la dedicación y el amor que sienten el uno por el otro pueden ser un modelo a seguir para cualquier pareja, sin contar con las parejas que están constantemente en el punto de mira. Estamos convencidos de que seguirán dando el ejemplo con su bonita relación durante muchísimos años.